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1、Jennifer Lewis Pasin argentina 2 La seduccin del dineroPasin argentinaJennifer Lewis2 La seduccin del dineroPasin argentina (2010)Ttulo Original: In the Argentines Bed (2009)Serie: 2 La seduccin del dineroEditorial: Harlequin IbricaSello / Coleccin: Deseo 1708Gnero: ContemporneoProtagonistas: Amado
2、lvarez y Susannah ClarkeArgumento:Una sola vez no es suficiente.Descubrir si un vinicultor argentino era el hijo perdido de un millonario de Nueva York era una misin sencilla. Pero Susannah Clarke pronto aprendi que Amado lvarez tena sus propias reglas. ste le entregara la muestra de ADN que ella qu
3、era si pasaba la noche con l! En un momento de locura, Susannah haba cedido, tanto a la exigencia de l como a su propio deseo. Ahora tena que volver a Sudamrica para tratar de nuevo con aquel hombre persuasivo y sensual as como para afrontar las consecuencias de aquella inolvidable noche que haba pa
4、sado en la cama de un extrao.Captulo UnoCmo lograr que un completo extrao entregue una muestra de ADN?El coche que Susannah Clarke haba alquilado ya casi se haba quedado sin gasolina. Ella haba sabido que la hacienda Tierra de Oro estaba bastante alejada de Mendoza, Argentina, y haba previsto todo c
5、on cautela. Pero tanto el vehculo como su depsito de gasolina eran muy pequeos en comparacin con las enormes distancias que haba entre un lugar y otro en aquel pas.Enormidad que tambin se aplicaba al propio temor que se haba apoderado de ella.Mir a la derecha y pudo ver cmo brill el sol sobre los pi
6、cos nevados de los Andes. A su alrededor se expanda la frtil tierra en la que se encontraban enclavados algunos de los viedos ms importantes del mundo.Cuando se desvi de la carretera principal, la seal que marcaba el nivel de gasolina baj por debajo de cero, Susannah pidi silenciosamente que el coch
7、e aguantara un poco ms. No quiso tener que ir andando hasta la casa a la que se diriga para dar una tremenda noticia.Oye, creo que eres el hijo ilegtimo de mi jefe tienes un bidn de gasolina que puedas prestarme?Trag saliva con fuerza al comenzar a ver una edificacin y respir profundamente.Dej de pi
8、sar con fuerza el acelerador del vehculo ya que se sinti ansiosa por no gastar la poqusima gasolina que quedaba. Una hilera de cipreses se extenda a ambos lados de la carretera secundaria por la que estaba circulando. Una elegantemente pintada seal indicaba hacia la derecha. Por fin haba llegado a T
9、ierra de Oro.Entonces se dirigi hacia la casa. Por primera vez no acudi a aquella zona para hablar con el jefe viticultor de alguna hacienda acerca de qu uvas crecan con fuerza en las tierras del lugar o de cuntos pedidos quera Hardcastle Enterprises para su restaurante insignia.Lleg a un majestuoso
10、 jardn que rodeaba a una preciosa casa antigua de techo de tejas rojas y grandes ventanales.Detuvo el vehculo frente a la puerta principal de la vivienda. Abri la puerta del coche y se baj de ste mientras sinti lo revolucionado que tena el corazn.En ese momento escuch unos ladridos, ladridos que cad
11、a vez parecieron ms cercanos. Dos enormes perros blancos se acercaron a ella desde la vivienda.Susannah se atemoriz. Se ech para atrs y trat de abrir de nuevo la puerta del coche mientras se imagin ser devorada por aquellos perros en la propiedad de Amado lvarez.La puerta del vehculo no se abraAyuda
12、! grit al observar cmo el primero de los perros se acerc a ella.El animal salt sobre su cuerpo y la ech sobre el coche mientras el otro perro ladr y gru desde cierta distancia. Susannah sinti cmo un profundo dolor se apoder de su codo al chocar ste contra la ventanilla del vehculo.Ayuda!En ese momen
13、to la puerta principal de la vivienda se abri y pudo or la orden que dio una profunda voz de hombre. De inmediato, los perros se echaron para atrs y se sentaron. Comenzaron a jadear inocentemente. Todava apoyada en el lateral de su vehculo alquilado, ella trat con todas sus fuerzas de recuperar el a
14、liento.Observ cmo un hombre alto se apresur a acercarse a ella.Disculpe el extremadamente efusivo recibimiento que le han dado mis perros.Aquel hombre le habl en castellano. Susannah se dijo a s misma que era normal ya que l no saba quin era ella.El pelo castao oscuro de aquel extrao cay seductorame
15、nte sobre sus ojos color almendra. La ropa que llevaba puesta, unos pantalones caqui y una camisa color crema, revelaba sus anchos hombros y sus delgadas caderas, as como sus largas y poderosas piernas.Era un hombre guapo.Y tendra alrededor de treinta aos que era la edad del hijo perdido de Tarrant Hardcastle.El corazn de Susannah, que ya estaba acelerado debido al cercano encuentro con la muerte que haba tenido, comenz a latir con ms fuerza an.Por lo menos no tiene que preocuparse por los ladrones coment.El hombre sonri. Esboz una ligeramen
